En este artículo de GLIDER os traigo una reseña de mi nuevo libro: “Así monté mi propia instalación de Energía Solar”. En este libro explico como funciona la energía solar, y como puedes aprovecharla para realizar tu propia instalación fotovoltaica con la que ahorrarás cientos de euros al año. Pero no todo es tan sencillo, tendrás que hacer algún cálculo, sobre todo de amortización, para que compruebes según tus consumos eléctricos si te merece la pena invertir en una instalación de este tipo. Además, deberás determinar a partir de cuanto tiempo amortizarás las instalación. Si tu objetivo es meramente ayudar al medio ambiente reduciendo tus emisiones de CO2, entonces no hará falta que hagas ningún cálculo, una instalación solar fotovoltaica reducirá tu huella de carbono desde el primer momento.
– ¿Y qué tiene que ver un Hacker con la energía fotovoltaica?. – Un hacker es un apasionado de las nuevas tecnologías, alguien que trata de solucionar problemas llevando la tecnología más allá de lo esperado. De eso exactamente es de lo que trata este libro: de exprimir al máximo la tecnológica fotovoltaica para solucionar un problema, los altos costes de la energía eléctrica que provocan que suframos facturas desorbitadas y la contaminación que generan algunos sistemas de producción eléctrica. – ¿Existirá alguna solución para estos dos problemas? – Solo tienes que comprar el libro para poder averiguarlo y descubrir que de la necesidad nace el ingenio, y del ingenio salen las soluciones que nos pueden permitir ahorrar cientos de euros en la factura eléctrica, además de contribuir con la mejora del medio ambiente. Una solución al más puro estilo de esta web: DIY o Do It Yourself (Hazlo tú mismo).
Empezaré por el final, ¿merece la pena instalar paneles fotovoltaicos? Esa fue la pregunta que me hice hace unos meses y que ahora trataré de responder en este libro. En abril del año 2021 los precios de la electricidad estaban disparados y en mi casa lo tenemos todo eléctrico: calefacción, agua caliente sanitaria, cocina, etc. Por una parte, tenerlo todo eléctrico es bastante cómodo ya que solamente hay que gestionar una sola factura, no hay que preocuparse del resto de servicios como el gas o el gasoil para la calefacción. El inconveniente es que si sube el precio de la electricidad no hay margen de maniobra para reducir costes, y vaya si subió… Así empezó todo.
Comencé a pensar en cómo podía encontrar una solución para este problema. 1.500€ al año en electricidad era demasiado. Tampoco hacía falta encontrar una solución perfecta, con lograr contener el precio de la subida eléctrica ya era suficiente. Valoré varias opciones: cambiar el sistema de calefacción de acumuladores eléctricos por un sistema de caldera de gas, también pensé en instalar una caldera de biomasa (pellet) o incluso de gasoil. El inconveniente de estas soluciones es que aun así tendría que seguir dependiendo de comprar gas, biomasa o gasoil. Nadie me garantizaba que el precio de estos productos no se iba a encarecer todavía más. Por si no fuera poco, tendría que hacer una inversión muy importante para instalar una caldera y los radiadores de agua, los presupuestos rondaban los 9.000€.
Todavía no me había dado de cuenta, pero tenía la solución a mis problemas delante de mis ojos, o mejor dicho: encima. La solución era el sol. En España hay unas 2.500 horas de sol al año, incluso hay zonas como Huelva que rozan las 3.500 horas de sol. Otros países como Portugal, Italia, el sur de Francia, Grecia, Egipto, etc., también disfrutan de un gran número de horas de sol al año. Aunque el récord lo tiene Yuma, en Estados Unidos, con más de 4.000 horas de sol al año. Por el contrario, países como Noruega son los que menos horas de sol pueden disfrutar al año.
Aprovechando que España es un país soleado, no sería descabellado pensar que esa energía solar se podría aprovechar para generar energía eléctrica “gratis”. Sería una forma de abaratar la factura de la luz. En aquel momento, abril de 2021, ya había en España bastantes viviendas unifamiliares con placas de energía solar de agua caliente en sus tejados. Al ser viviendas de nueva construcción estaban obligadas a instalar fuentes de energía renovables para obtener la cedula de habitabilidad. Pero estas placas solamente se pueden utilizar para calentar un depósito de 80 litros de agua destinada al uso sanitario: ducha, lavabo y cocina. Esa solución tampoco era suficiente, en el mejor de los casos podría ahorrar los 1.200W que consume el termo eléctrico de agua caliente, pero nada más.
La solución tenía que ser otra. Comencé a estudiar la viabilidad de una instalación solar fotovoltaica, de este modo podría producir electricidad propia y no tendría que comprar energía a la compañía eléctrica. Sobre el papel parece un plan sin fisuras, pero… ¿funcionará en la vida real?. Antes deberemos entender una serie de conceptos importantes que nos ayudarán a tomar una decisión lo más acertada posible. Como por ejemplo, descubrir qué tipo de paneles solares son los idóneos y aprender a montarlos en el tejado con la posición e inclinación adecuada, te explicaré qué inversor se adapta mejor a tus necesidades. ¿Necesitas baterías? También te diré cómo funcionan e incluso te enseñaré a construir tu propia batería de litio. Por supuesto, detallaré cómo será la instalación eléctrica de corriente continua y de alterna para que cumpla la normativa, verás cómo optimizar al máximo la electricidad generada por tu instalación fotovoltaica a través de sistemas domóticos y de gestión de excedentes, también te contaré todos los problemas que se te puedan presentar y cómo solucionarlos.
En mi caso la motivación medioambiental no era la que me había llevado a valorar la opción de la instalación fotovoltaica. Aunque una vivienda que consuma energía eléctrica de origen renovable reducirá su huella de carbono en el medio ambiente, mi objetivo en un primer momento era solamente realizar un estudio económico para valorar la viabilidad de la inversión, es decir: invertir un dinero, determinar en qué momento se amortiza y calcular los beneficios durante los siguientes años de funcionamiento. Sin buscarlo, también he descubierto que con este proyecto estaba ayudando al medio ambiente. Simplemente como curiosidad y sin entrar en profundidad os diré que he logrado reducir en 361Kg al mes la huella de CO2 de mi casa, lo que equivale a 1 árbol plantado cada mes. No está nada mal.
Otra ventaja, que ya os la adelanto, es que hemos ganado en calidad de vida. Al tener una producción de energía eléctrica “gratis” podemos tener la casa uno o dos grados más caliente en invierno y más fresca en verano, esto al final y al cabo se traduce en confort a la hora de pasar buenos momentos en casa. Además, prácticamente a partir del mes de febrero, comienza a haber un excedente de energía eléctrica que ya no tenemos en qué aprovechar, y lo solemos utilizar en poner un lavavajillas o la lavadora por las mañanas para aprovechar las horas de sol. De este modo nos sale totalmente gratis (solamente tenemos que pagar el consumo de agua). En verano también podemos tener la casa más fresca utilizando el aire acondicionado sin gastar un solo céntimo.
Esto del auto-consumo, parece que se acaba de inventar o que es la nueva moda, pero nada más lejos de la realidad. Mi padres hace 40 años si que eran auto-consumidores, sembraban sus propias patatas; tenían sus pequeña viña para producir vino que luego consumían en casa, si la cosa iba bien hasta podían vender el que le sobraba; tenían su huerto con tomates, pimientos, sandías, melones, cebollas, guisantes, garbanzos, zanahorias, ajos, lechugas… cultivaban trigo y maíz para alimentar a los dos cerdos que teníamos en casa, uno para nosotros y el otro para vender. Del cerdo se aprovecha todo, !vaya si se aprovecha!. Lógicamente, era otra época, pero la situación era la misma. Hoy en día con los precios de la electricidad disparados, y diría también que inflados artificialmente, no nos queda otra que volver a recurrir a los «métodos de vida» de autoconsumo para contener en este caso los precios de la electricidad.
Entonces… ¿merece la pena económicamente instalar paneles fotovoltaicos? En libro te lo explicaré.
Tanto si estás pensando en instalar paneles solares fotovoltaicos en tu vivienda o en una comunidad de vecinos, si ya eres instalador autorizado de energías renovables o quieres serlo, si ya tienes una instalación fotovoltaica y la quieres mejorar o si simplemente quieres aprender cómo funciona la energía fotovoltaica desde cero, este es tu libro.
¡Nos vemos en los tejados!
Actualmente el único canal de venta oficial de este libro es Amazon, tanto en su Versión en formato Tapa Blanda, como en su Versión en eBook. En formato tapa blanda se puede comprar online en mas de una veintena de países de todo el mundo. Si no está disponible en tu país, siempre puedes recurrir a la versión eBook disponible globalmente, incluso a través del sistema Kindle Unlimited de Amazon, para disfrutar de una tarifa plana de libros online. Aunque no es la forma oficial de conseguir el libro, si alguien desea un ejemplar firmado, y de paso una pegatina de GLIDER 😉 , me puede escribir a través de esta Dirección de Email realizando la solicitud y ya le explicaría los pasos a seguir. El precio sería el mismo, siempre y cuando el envío se realiza a la península ibérica, los plazos de entrega se podrían demorar unos días. No descarto en un futuro “informatizar” el proceso.
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Salu2.