En este nuevo artículo de GLIDER.es os quiero hablar de algo que últimamente está siendo muy recurrente en medios de comunicación, y no es otra cosa que la posibilidad de manipular una conversación de Whatsapp y como este hecho, puede hacer que este sistema de mensajería no sea válido en un procedimiento judicial, todo ello según las noticias publicadas en distintos medios de comunicación. En este artículo trataré desde un punto de vista eminentemente técnico, sin sensacionalismos, explicar si realmente es tan fácil como parece, llegar a manipular una conversación de Whatsapp.
Fig.1 Uso de Whatsapp en un procedimiento judicial.
En primer lugar será preciso aclarar en qué consiste una eventual manipulación de Whatsapp, como ya he ido explicando en otros artículos, Whatsapp almacena muchísima información sobre el usuario: desde las veces que carga la batería a lo largo del día, si se conecta a WiFi o no, posiciones GPS, personas con las que más habla, histórico de los diferentes status, proveedor de servicios que utiliza… y así un sinfín de información más. Entonces, supuestamente esta manipulación se podría hacer contra cualquiera de estas bases de datos que nuestra app de mensajería instantánea almacena día a día. Aunque me imagino, que cuando a alguien se le habla de manipular un Whatsapp, lo primero que piensa es en alterar una conversación mantenida a través de esta app. Si tenemos en cuenta que a priori, lo más importante de una aplicación de mensajería es precisamente eso, los mensajes, me voy a centrar en explicar únicamente como se pueden manipular las conversaciones de Whatsapp.
Fig 2. Lo verdaderamente importante es un tratamiento adecuado de la evidencia.
Tanto en sistemas Android como iOS (Apple), Whatsapp almacena todas las conversaciones que un usuario realiza en una carpeta interna del sistema, más concretamente en una base de datos SQLite llamada “msgstore.db”. Aquí ya tenemos el primer problema para realizar la tan ansiada manipulación de conversaciones, tenemos que llegar a acceder a esta base de datos interna. Pero lo que no nos cuentan en muchos artículos que hablan precisamente de esto (y si lo comentan, no le dan la relevancia suficiente), de manipular conversaciones de Whatsapp, es que no es para nada sencillo poder llegar a esta base de datos, por ejemplo, en sistemas Android, al estar en una parte interna de la memoria del teléfono, no se puede acceder a la misma si no es mediante el usuario ROOT (super-administrador), y por suerte o por desgracia, cada vez son menos los Smartphone que vienen con el usuario “root” habilitado por defecto, esto quiere decir que: “no root, no glory”. En teléfonos iPhone ocurre algo parecido, por defecto no se puede acceder a la base de datos interna del teléfono. Por ejemplo, en mi teléfono, un Huawei P9 con Android 7 que no tiene habilitado el usuario root, en el que yo soy el dueño del teléfono y le puedo instalar las aplicaciones que yo quiera, no puedo acceder al fichero “msgstore.db” y por lo tanto, no puedo manipular ninguna base de datos. En esa probabilidad que comentaba al principio ya nos estamos «quitando de encima» muchos teléfonos. Todos aquellos a los que no se pueda acceder como root, tampoco se puede manipular su base de datos de Whatsapp. Algunos estaréis pensando en técnicas como Whatsapp Downgrade, que permite “engañar” al sistema Android para instalar en el teléfono una versión concreta de Whatsapp (mas antigua) que permitía realizar un back-up de las conversaciones, pero OJO!, Whatsapp Downgrade permite extraer las conversaciones, no volver a inyectarlas dentro del teléfono para cambiar una conversación. Además, en los nuevos sistemas Android, esta técnica ya no es válida.
Fig.3 Permisos especiales de acceso a los directorios de Whatsapp
Ya partimos de la base, que a priorí a un móvil no rooteado, no se le podrá dar el cambiazo de la base de datos “original” por la “fake”. La maldad que se no puede ocurrir, es extraer la tarjeta SIM del móvil al que le queremos manipular la base de datos, introducirla en un móvil rooteado y a través del BackUp crifrado de la base de datos (el cual si es accesible), realizar la manipulación. – ¿Qué puede salir mal?. – Mal no saldrá nada. El problema que dentro del directorio “files” de Whatsapp, existe un fichero de “log” en el que queda registrado todas estas estratagemas de ahora quito una tarjeta, ahora meto una base de datos cifrada que no es la del móvil, ahora restauro un par de cosas… En resumen: efectivamente hemos realizado la manipulación de una conversación de Whatsapp, pero también hemos dejado en el fichero “log” un rastro cuanto menos llamativo de la manipulación, o lo que es lo mismo, que esta manipulación es detectable. También se nos puede ocurrir la maldad de alterar el log de Whatsapp para que la modificación no sea detectable, el problema, es que Whatsapp es muy “chivato” y no solo almacena en un único sitio la información, si no que la replica y la almacena en varios sitios de varias formas distintas, sitios y formas, que tampoco vienen al caso comentar ahora 😉 Seguir leyendo